Ayer los voluntarios del MCNUZ estuvieron trabajando con los restos fósiles recogidos en la prospección realizada en primavera de este año en la localidad turolense de Obón.
La Formación Blesa, de donde proceden los fósiles, se ha convertido en los últimos años en un foco clave para conocer la fauna marina que habitaba en Aragón durante el Barremiense (Cretácico Inferior). Éste es un periodo de tiempo en el que los reptiles marinos son bastante escasos. 
Sobre la mesa del laboratorio de Paleontología de vertebrados de la Universidad de Zaragoza los voluntarios prepararon diversos fósiles, entre ellos algunos huesos pertenecientes a plesiosaurios.
 

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