Son innumerables los tesoros geológicos que integran el Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos. Las formaciones kársticas, como por ejemplo las cuevas, son uno de ellos, y estas en ocasiones albergan otras sorpresas, los yacimientos paleontológicos y arqueológicos. La Cueva del Oso de Tella es uno de estos asombrosos lugares, donde investigación, conservación, divulgación y turismo se unen para sacar el máximo valor al patrimonio geológico. En relación a esta cuestión se acaba de publicar un artículo en la revista científica Geoconservation Research, firmado por miembros del grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, investigadores que han estudiado este yacimiento paleontológico de osos de las cavernas (ver referencia completa al final).
Corría el año 1976 cuando un grupo de espeleólogos del Grupo Espeleológico de Badalona exploraron una cueva en el municipio de Tella-Sin, encontrando en lo más profundo de la misma un gran hallazgo: miles de huesos fósiles del famoso oso de las cavernas, conocido en el mundo científico como Ursus spelaeus. El estudio de estos fósiles crea los cimientos para un exitoso proyecto de geoturismo. Desde 1994 hasta 2011 el grupo de investigación Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza se hace cargo de las excavaciones, bajo la supervisión del Área de Patrimonio del Gobierno de Aragón. En el año 2000, el Ayuntamiento de Tella-Sin acondiciona la cueva para su visita, con la instalación de iluminación y de un camino que facilite el recorrido por la misma. Posteriormente, en 2006, se inaugura el Museo del Oso de las Cavernas en la localidad de Tella, donde se pueden contemplar varios de los fósiles hallados en el yacimiento, así como una réplica de un esqueleto completo de un macho adulto y la reconstrucción de una hembra con su cría. La apuesta por la divulgación de este yacimiento paleontológico permite que cada año miles de personas puedan visitar este magnífico lugar y compartir la emoción de sus descubridores e investigadores.
La especie Ursus spelaeus vivió durante la mayor parte del Pleistoceno Superior, hace entre unos 127.000 años y 24.000 años, en bosques templados y fríos de Europa y el oeste de Asia. Sus hábitos cavernícolas (hibernaba en las cuevas) han proporcionado una gran abundancia de restos fósiles. Es uno de los mamíferos carnívoros más grandes que han existido, similar en tamaño al actual oso polar, y cercano en parentesco al oso pardo, pero a pesar de pertenecer al grupo de los carnívoros, su dieta era principalmente herbívora.
La Cueva de Tella, situada a 1580 m de altitud, es el yacimiento más alto de osos de las cavernas de la Península Ibérica. Más de 5000 restos fósiles se han recuperado de su interior, todos pertenecientes a las especie Ursus spelaeus. Se acumularon al morir los osos durante el periodo de hibernación, durante un lapso de tiempo de al menos 7000 años, entre hace 43000 y 36000 años. Hay como mínimo 43 individuos, desde recién nacidos hasta muy viejos, tanto machos como hembras. Y uno de los hallazgos más llamativos son las abundantes y enormes marcas de mordiscos encontradas en cientos de sus huesos, probablemente producidas por los propios osos al carroñear sobre individuos muertos de su misma especie. Una hipótesis novedosa basada en el estudio de las marcas de dientes dejadas sobre los huesos.
La visita al Museo y a la Cueva del Oso de Tella es una magnífica oportunidad para asomarnos a la vida del pasado durante la última Edad del Hielo y conocer a una de las especies extintas mejor estudiadas y que, además, convivió con nuestros antepasados en los bosques de Europa. Pero parte de la colección de los fósiles del oso de las cavernas de Tella también pueden verse en la exposición permanente del MCNUZ.
Referencia del artículo:
A Cave Occupied by Cave Bears for Thousands of Years in the Sobrarbe-Pirineos UNESCO Global Geopark (Huesca, Aragon, Spain). Raquel Rabal-Garcés, Gloria Cuenca-Bescós & Jose Ignacio Canudo. Available Online from 23 August 2021. DOI: 10.30486/GCR.2021.1912254.1042 Link al artículo científico