Hoy comenzamos el día con otra gran noticia relacionada con nuestros queridos Pirineos y el equipo de investigación en paleontología de esta casa. Sí, habéis leído bien, se ha descubierto una nueva especie de cangrejo ermitaño en el Pirineo de Aragón. Pero aclaramos que se trata de una especie fósil. El nuevo cangrejo, bautizado como Diogenes augustinus, fue encontrado en la zona de Arguís (Huesca), tiene unos 38 millones de años y es uno de los más completos del registro fósil mundial.
Un artículo publicado recientemente en la revista Acta Palaeontologica Polonica y realizado por miembros del Grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza recoge el estudio de este nuevo cangrejo. La especie ha sido bautizada en honor a su descubridor. Y es que el fósil fue encontrado por Agustín Gálvez, miembro de los “Voluntarios del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza”, mientras paseaba casualmente por las inmediaciones de Belsué (Huesca). Agustín explica que vio una forma curiosa en una piedra rodada, “inmediatamente pensé que podía ser algo interesante” y lo recogió para que no se perdiera. Posteriormente llevó el fósil a la Universidad, donde el investigador predoctoral Fernando-Ari Ferratges (autor del trabajo) está realizando su tesis sobre decápodos del Eoceno pirenaico. Cuando Fernando vio la roca no salía de su asombro: aunque muy cubierto de roca, ya podía intuirse que aquel ejemplar podía ser un fósil único. El fósil fue escaneado en 3D con tecnología de microtomografía computerizada, y el escáner reveló que el espécimen podía estar completo dentro de la roca. Sin embargo, el contraste entre fósil y roca no permitía conseguir una reconstrucción adecuada del fósil, por lo que fue necesario prepararlo de forma mecánica. Tras varios días de trabajo, resultó ser uno de los cangrejos más completos de su grupo a nivel mundial. Ferratges nos explica que “encontrar un cangrejo ermitaño fósil articulado en rocas del pirineo aragonés es un hallazgo excepcional, ya que solo se conocen unos pocos ejemplos en todo el mundo, y este es único”.
Las rocas donde fue encontrado datan del periodo Eoceno superior, hace aproximadamente 38 millones de años. En aquel momento la zona comprendida entre las localidades de Lúsera y Arguís, en Huesca, estaban cubiertas por un mar poco profundo donde cerca de la costa se desarrollaban complejos deltaicos con gran aporte de sedimento. Samuel Zamora investigador del IGME y co-autor del trabajo dice “debido a su anatomía y falta de mineralización en el exoesqueleto, los cangrejos ermitaños se descomponen con rapidez y son muy raros en el registro fósil; sin embargo aquí quedo enterrado rápidamente permitiendo conservar muchos detalles anatómicos”.
Este trabajo es parte de una investigación más general que se está desarrollando en la Universidad de Zaragoza y que trata de conocer mejor los antiguos fondos marinos del Pirineo y las faunas que los habitaban. Marcos Aurell, catedrático de estratigrafía de la Universidad de Zaragoza y co-autor del trabajo indica “los yacimientos del pirineo son excepcionales y su estudio permite conocer mejor como eran los ecosistemas hace millones de años y los procesos que en ellos se producían”. Es importante mencionar que los ambientes deltaicos son muy dinámicos y presentan una tasa de sedimentación elevada, permitiendo el enterramiento repentino de algunos organismos. De hecho el cangrejo se encuentra fuera de su concha, lo que parece apuntar a una estrategia de huida o defensa de estos organismos cuando quedan enterrados por avalanchas de sedimento, apunta Ferratges.
Los ejemplares de Diogenes augustinus estarán próximamente expuestos en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza para que todos podamos disfrutar de ellos.
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