El documental “Dorothea y el Myotragus” cuenta la historia del descubrimiento de uno de los mamíferos fósiles más curiosos del Mediterráneo. Los fósiles nos cuentan historias, y cuantas más nos cuentan, más importantes son. Y con este documental podemos conocer un poco mejor la historia del Myotragus balearicus una especie de artiodáctilo endémica de las Islas Baleares.
Pero, comencemos por el principio. ¿Qué es un Myotragus?. Myotragus balearicus fue el último representante de un linaje de mamíferos bóvidos (grupo que incluye a las cabras, las ovejas, o los antílopes). Y como su nombre indica, es endémico de las islas baleares. De esto último surgen más preguntas que van asociadas a ¿cómo llega un vertebrado terrestre a unas islas?, ¿desde dónde han venido? y, sobre todo, ¿cuándo llegaron? Resolver estas preguntas es el reto al que se tienen que enfrentar los paleontólogos diariamente.
Myotragus tras millones de años de aislamiento en las islas de Mallorca y Menorca presenta algunos caracteres morfológicos distintos del resto de bóvidos. A primera vista, lo que más llama la atención de Myotragus es su pequeño tamaño, una característica típica de la evolución de los mamíferos que habitan en islas. Otras singularidades son tener los ojos en una posición frontal en lugar de lateral como en el resto de su linaje, que le daría una visión estereoscópica, o unos incisivos de la mandíbula con crecimiento continuo, como sucede en los roedores. Pero, la característica más alucinante ha sido revelada en estudios recientes. Se ha descubierto que su crecimiento sería muy lento, más parecido al de un cocodrilo que al de un mamífero. Esto se debe a que su tasa de crecimiento se adaptaba a unos recursos alimenticios escasos, como sucede en los reptiles.
Excavación de la Cova des Pas de Vallgornera (Mallorca). En la imagen, el investigador de la Universidad de Zaragoza Pere Bover. Fotografía: Miquel Àngel Perelló.
A las preguntas cuándo y cómo llegaron estos artiodáctilos hasta las islas baleares, los investigadores han encontrado una respuesta. Un ancestro de Myotragus balearicus llegó andando, o quizás corriendo, a lo que hoy son las Islas Baleares en un momento en el que el Mediterráneo se secó hace 6 millones de años. Los geólogos conocen muy bien este momento y lo llaman la crisis salina del Messiniense. Posteriormente, el Mediterráneo volvió a llenarse de agua y estos animales quedaron aislados para siempre en las islas hasta su extinción hace unos 5.000 años, justo antes de que los humanos llegaran a estas tierras. Sus fósiles se encuentran con cierta facilidad en las cuevas de Mallorca y Menorca, por lo que es una especie que se ha podido estudiar en detalle.
Cráneo holotipo de Myotragus batei del yacimiento de la Pedrera de Gènova. Fotografía: Pere Bover.
Cráneo de Myotragus balearicus en excavación de la Cova de Moro (Mallorca). Fotografía: Pere Bover.