Hace unas semanas publicamos una entrada de una excursión al pico del Moncayo para fijarnos en los minerales que se podían encontrar en su ascensión dentro del proyecto de las Minas olvidadas. Uno de los minerales que podemos encontrar en el Moncayo es hematites en pequeñas cantidades. La hematites es uno de los minerales de hierro más abundantes a nivel mundial e importante fuente de este metal. En las rocas triásicas del Moncayo es relativamente abundante de manera diseminada y generalmente sin la suficiente concentración para ser explotada en la actualidad. En algunos casos se pueden encontrar pequeñas cavidades con buenos ejemplares para los coleccionistas, y también concentraciones que posiblemente fueron explotadas desde época ibera y romana. Hoy toca hablar de una de estas minas olvidadas del Moncayo llamada “Minas de Olmacedo”. Se encuentra en el paraje de Peñas Meneras o Meleras (de las dos maneras lo hemos visto escrito), al sur del Santuario del Moncayo en Tarazona.
La pista de la existencia de “Minas de Olmacedo” nos la dio Guillermo Miguel Lambea por un lado, y los compañeros del CEA, por otro. Al parecer, el momento de mayor actividad de esta mina fue alrededor de 1900, retomando su actividad en la década de 1970. En la actualidad está abandonada y requiere una cierta dificultad llegar hasta la entrada, al haberse perdido los accesos. El CEA nos contó como es la mina: “La cavidad se compone de una apertura vertical de origen natural, en dirección noroeste, que enlaza con un entramado de galerías artificiales excavadas en la roca. Una de estas galerías posibilita también el acceso y comunicación con el exterior”.
La cavidad fue explorada y topografiada en enero del año 1994 por primera vez, por la Sección de Espeleología del Centro Excursionista Moncayo (Tarazona). Posteriormente, en Agosto del 2005, el CEA realizó una nueva topografía que se puede ver en la fotografía.
Os dejamos la descripción que hicieron los compañeros del CEA del interior de la mina, con un poco de imaginación podemos recorrerla con ellos.
“En la sima, una gran boca de 3×5 metros en un plano horizontal, da pie a una embarrada rampa de unos 20 metros. Tras el descenso, para el que se recomienda el empleo de cuerda, se observan los artificiales y rojizos túneles excavados en la roca. Continuando por un conducto en el suelo, por el que se baja un resalte de 3 metros, alcanzaremos unas galerías a un nivel inferior. En éstas, el túnel en dirección oeste tiene una longitud de unos 15 metros, y a mitad de su recorrido se observa un pocete de conexión con un nivel aún más abajo. La inundación de este otro nivel, impide la visita del mismo. En la otra dirección del túnel, la galería gira a la izquierda y siguiendo hacia el noreste, conduce directamente en un recorrido de unos 60 metros, a la salida inferior”
Miguel Calvo, en su libro de los minerales de Aragón, nos cuenta lo que se explotaba en esta mina. Se trata de una bolsada vertical de hematites especular de 1,5 m de potencia media, encajada en areniscas del Triásico. Por el momento no tenemos más información, como por ejemplo si queda mineral en su interior. Como siempre, si sabes algo más de esta mina, no dudes en contárnoslo en museonat@unizar.es.
Una última recomendación: a esta mina no se puede entrar sin una cierta experiencia en espeleología y sin el material adecuado. Si la vas a visitar, es mejor quedarse solo en la entrada e imaginarse el interior con las fotos e información que os hemos dado.