Por el Fossil Friday de hoy os hablamos de Olorizia calandensis, una nueva especie de amonites definida gracias a la revisión de material depositado en el MCNUZ y proveniente de la región del Bajo Aragón y el Maestrazgo.

Los amonites son una subclase extinta de moluscos cefalópodos que habitó los mares del pasado durante 350 millones de años, desde el Devónico hasta el Cretácico Superior, siendo muy importantes para la datación de las rocas del Mesozoico, la época en la que surgieron y se diversificaron los dinosaurios.

El cuerpo blando de los amonites quedaba protegido por una concha externa con forma de espiral plana. Esta concha estaba dividida por tabiques que formaban habitáculos denominados “cámaras”. El tamaño de la concha y la cantidad de cámaras iban aumentando conforme el animal crecía y se trasladaba al más grande y reciente denominado “cámara de habitación”. Gracias al “sifón”, un conducto carnoso y que conectaba todos los habitáculos de la concha, estos animales eran capaces de llenar de agua o de gas las cámaras que ya no ocupaban, controlando así su flotabilidad y movimiento, como un submarino.

Los amonites son un grupo ampliamente estudiado en paleontología, lo cual ha permitido reconocer diferencias entre individuos macho y hembra, una característica definida como “dimorfismo sexual”. Estas diferencias incluyen el tamaño de sus conchas o la forma de su abertura (“peristoma”). Además, los amonites son magníficos indicadores del tiempo geológico al que pertenece un estrato de roca, ya que evolucionaron y se diversificaron rápidamente por todos los océanos de su tiempo, generando gran cantidad de especies concretas para cada época.

En el MCNUZ conservamos una gran cantidad de ejemplares y restos de estos animales, muchos de ellos recolectados en yacimientos del Bajo Aragón y el Maestrazgo de Teruel. Ochenta de estos ejemplares corresponden a Olorizia olorizi, el género al que pertenece Olorizia calandensis, la nueva especie descrita por Luis Moliner, paleontólogo turolense doctorado por la Universidad de Salamanca. En su estudio, Luis define esta especie gracias a su morfología única y especializada respecto a otros amonites, destacando el desarrollo de sus “costillas”, un tipo de ornamentación que se desarrolla en la superficie de la concha. Estos amonites resultan además muy especiales por reflejar un caso de «endemismo» en la península ibérica, un término que indica que la distribución de un animal está limitada a un ámbito geográfico reducido, no pudiendo encontrarse en otros lugares.

Macroconchas de Olorizia. Izda.: Holotipo Olorizia calandensis (MPZ 2023/331). Dcha.: Morfotipo de Olorizia olorizi (MPZ 2023/295). Moliner (2024).

Luis Moliner en una de sus jornadas de campo.

Gracias al trabajo realizado por Luis, esta nueva especie de amonites se une a la amplia colección de “holotipos” depositados en el museo, ejemplares únicos de organismos que designan una nueva especie y que son utilizados también para compararse con nuevos ejemplares descubiertos a posteriori.

Visita nuestro museo y no te pierdas en nuestra Colección de Paleontología los numerosos amonites expuestos junto a muchos otros invertebrados del pasado.

  • Referencia: Moliner, L., 2024: Update of the dimorphic genus Olorizia (Ataxioceratidae, Ammonitina) and establishment of the species Olorizia calandensis sp. nov. Journal of Iberian Geology