Se ha descubierto un ave gigante fósil que convivió con los últimos dinosaurios de la península ibérica. El nuevo hallazgo refuerza la importancia del Pirineo de Huesca para estudiar la biodiversidad del final de la época de los dinosaurios.
Un nuevo estudio describe, por primera vez, el fósil de un ave gigante del Cretácico Superior en el Pirineo Aragonés. El trabajo ha sido realizado por un grupo internacional de paleontólogos, liderado por miembros del grupo de investigación Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza. En él colaboran investigadores de universidades de Canarias, Portugal y Argentina, y se ha publicado en la prestigiosa revista internacional Journal of Vertebrate Paleontology.
El fósil encontrado es una vértebra cervical identificada como perteneciente a un ave de gran tamaño. El animal habría tenido una talla similar al casuario (1,5-1,8 m de altura) y un cuello largo y flexible. Se comparó con vértebras de dinosaurios terópodos y aves actuales y extintas de todo el mundo, evidenciándose claramente su naturaleza aviana, aunque más primitiva que las aves actuales.
Para estudiar la estructura interna de la vértebra se le realizó un micro TAC (Microtomografía Axial Computerizada) en el laboratorio del Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana de Burgos. Esto permitió observar una estructura hueca con múltiples cavidades y cámaras, propia de un sistema respiratorio de sacos aéreos semejante al de las aves actuales.
El fósil fue encontrado en el año 2009 en el yacimiento Dolor, en el término municipal de Beranuy. Se ubica en los afloramientos de rocas sedimentarias continentales de la Formación Tremp, entre las localidades de Biascas de Obarra y Serraduy (comarca de la Ribagorza). Las dataciones realizadas en trabajos anteriores sitúan estas rocas dentro de los últimos 250.000 años del Cretácico. Muy cercanas temporalmente al límite Cretácico/Paleógeno y a la extinción de los dinosaurios no avianos.
El hallazgo de este ave es muy relevante para la paleontología de vertebrados europea. Si bien ya se conocía la presencia de aves de gran tamaño en el Cretácico de Europa, nunca se había registrado una tan próxima al límite Cretácico/Paleógeno. La vértebra de Beranuy es, por tanto, la evidencia más moderna de un ave mesozoica en Europa. Demuestra que las aves de gran tamaño convivieron con otros dinosaurios justo antes de su extinción. Esto supone que las comunidades de animales continentales del final del Cretácico en Iberia eran más diversas de lo que se conocía hasta ahora. Futuros descubrimientos ayudarán a desentrañar qué papel jugó este animal en estos ecosistemas y sus relaciones de parentesco con otras aves.
Puedes encontrar el artículo aquí. La referencia completa es: (2021) First record of a giant bird (Ornithuromorpha) from the uppermost Maastrichtian of the Southern Pyrenees, northeast Spain, Journal of Vertebrate Paleontology, DOI: 10.1080/02724634.2021.1900210