Seguimos con nuestro proyecto de ciencia participativa recuperando la memoria de las minas olvidadas… y hoy tocan las minas de oro. Hay varias citas, pero realmente ¿se ha encontrado oro en los Pirineos?  Os vamos a contar lo que sabemos.

Se han citado minas de oro en diferentes puntos de Huesca durante el siglo XIX. Un ejemplo son las enigmáticas minas de oro, plata y plomo de Ornet (Ornete), citadas por Gallardo en 1808 y Cancelada en 1831. El topónimo se ha relacionado con algún lugar cerca de Jaca, como la Peña Oroel, pero aparte de estas citas no se conoce nada más. Algo parecido sucede con otras referencias de estos autores en Acher (Valle de Hecho) y un “barranco de los Moros” cerca de Francia. Pero no son las únicas citas de un misterioso oro en los Pirineos de Huesca. La tarjeta postal que ilustra este texto es de Aneto y reza: “Aneto y minas de oro”. Parece que era una manera de atraer a visitantes potenciales. Desde luego, nadie ha encontrado oro en Aneto… ¡o al menos no lo ha dicho!

El Aurín es un río de dirección Norte-Sur que nace en las Sierras exteriores y desemboca en el Gállego, cerca de Sabiñánigo (en la foto, cabecera del río Aurín ceca del ibón de Bicuesa). Es un nombre que no pasa desapercibido por su similitud a los adjetivos asociados al oro, al derivar del nombre de este elemento en latín (aurum). Es habitual que los ríos con pepitas de oro, o incluso en los que existe la tradición de haberse obtenido algo de oro antiguamente (como apunta Miguel Calvo, 2008) tengan nombres similares en otras partes del mundo. En concreto, el río Aurín oscense solo drena rocas calizas y del flysch del Cretácico-Eoceno, poco apropiadas para tener oro. Cabe la posibilidad que su nombre no tenga nada que ver con la supuesta presencia de oro y sea una mera convergencia. Resultaría muy raro que en el Aurín hubiera pepitas de oro, pero ¿quién sabe? Si alguien ha encontrado alguna, es buen momento de decirlo (contactando con nosotros en museonat@unizar.es).

Otras evidencias que comenta Miguel Calvo, pero sin confirmación, son del siglo XX. Ferrando cita en 1905 un cristal de cuarzo con pequeñas incrustaciones de oro visibles a simple vista, que podría provenir de Sallent. Y en los Millares existe la historia tradicional de que “un alemán” recuperó una cierta cantidad de oro a principios del siglo XX en el valle de Chistau.

Parece que la pregunta de si hay oro en los Pirineos oscenses es más complicada de resolver de lo que parecía. La respuesta hay que buscarla en el valle de Benasque, en una mina de piritas cerca de Cerler, de la que hablaremos en los próximos días. Os adelantamos que esta mina fue explotada por una empresa química de Zaragoza, que obtuvo un poco de oro como subproducto de su proceso industrial. Eran pequeñas cantidades, pero se trata de la única cita fiable de presencia de oro en el Pirineo oscense. Aun así, mantenemos la esperanza y no descartamos que alguno de nuestros lectores tenga más información.

Gran parte de la información para esta nota, y la postal del Aneto, se ha obtenido en:

Calvo Revollar, M. 2008. Minerales de Aragón. Prames, 463pp