Seguro que muchos de vosotros, al atravesar el puente de piedra de Zaragoza, os habéis fijado en la curiosa roca llena de fósiles con la que está construido. Se puede encontrar en muchas otras construcciones antiguas de esta ciudad. La vemos en la fachada del antiguo convento de San Agustín, en el basamento de la basílica del Pilar, en el de la Catedral de la Seo… Incluso en construcciones tan antiguas como la presa romana de Almonacid de la Cuba (Zaragoza).

Las claves para entender esta roca nos las ha dado el profesor de la Universidad de Zaragoza Pep Gisbert. El nombre de la roca es “Piedra caracoleña”. Se caracteriza por ser una caliza con numerosos fósiles de gasterópodos. El interior de estas conchas está hueco, y son precisamente esos espacios vacíos lo que dan una particular belleza a la roca. Su aspecto recuerda al de un travertino, y posee un gran valor ornamental cuando se corta. En la foto que nos ha enviado el profesor Gisbert se puede apreciar lo bella que es.

Los gasterópodos que forman la roca vivieron en un antiguo lago de poca profundidad hace unos 9 millones de años. El lago, hoy desaparecido, habría ocupado la zona de Fuendetodos y su entorno. En el fondo del lago se acumulaban las conchas de estos animales, llegando a formar una potente capa. Con el paso del tiempo, el lago se desecó, el sedimento con los fósiles se compactó y transformó en roca, y en los últimos miles de años la erosión dejó al descubierto esos estratos. Es lo que hoy conocemos como piedra caracoleña.

El uso de la piedra caracoleña está documentado, de manera ininterrumpida, desde época romana, como demuestra la presa de Almonacid. Esta construcción esta hecha con mortero romano revestido con esta roca, que extraía en el entorno de Fuendetodos. Un paseo por los alrededores de la localidad natal de Goya permite encontrar frentes de cantera antiguos, hoy cubiertos de vegetación. Actualmente solo hay una cantera catalogada donde se extrae la roca de manera intermitente. Sin embargo, como nos comentó José Luis Ona, las canteras antiguas están sin catalogar.

Como siempre, cualquier información que nos podáis hacer llegar, ubicación de canteras o fotografías son importantes para nuestro proyecto de recuperación de las minas olvidadas de Aragón. Si alguno de nuestros lectores conoce la localización de alguna de las canteras abandonadas de piedra caracoleña, puede contactar con nosotros en museonat@unizar.es.